Cuando se construye una casa o un edificio es necesario realizar una prueba de estanqueidad tanto en cubierta plana como en cubierta inclinada, ya que en ambos casos se corre el riesgo de no estanqueidad.
La prueba de estanqueidad en una cubierta es la técnica de simulación de las condiciones de lluvia a través de equipos especializados, con la finalidad de calcular la cantidad de agua capaz de introducirse en dicha cubierta.
Se establecen unos parámetros y si la cantidad de agua introducida es menor que estos, entonces la cubierta analizada es estanca lo que significa que cumple con los estándares normales.
En otras palabras, la prueba de estanqueidad determina si la cubierta es capaz de resistir las filtraciones de agua que puedan presentarse con las lluvias.
Importancia de la realización de una prueba de estanqueidad
La principal razón por la que es recomendable realizar una prueba de estanqueidad en cubierta es que es precisamente la parte más expuesta de una casa. La cubierta es la protectora de toda la vivienda contra los agentes climáticos tales como el frío, la lluvia o el calor, de allí lo importante de su funcionalidad.
La cubierta debe ser estanca para que quede completamente sellada e impida la entrada del agua de lluvia previniendo así los daños que puedan ocasionarse dentro del inmueble y obvio, los gastos implícitos en caso de que haya daños materiales.
La prueba de estanqueidad ayuda a detectar de manera temprana cualquier tipo de deterioro en las cubiertas, lo que a su vez permite repararla de forma segura e inmediata y esto garantiza la seguridad de toda la edificación ya que una cubierta con fugas representa un peligro para el edificio y evidentemente también para sus habitantes.
Normativa que regula las pruebas de estanqueidad en cubiertas
La normativa establece que es de carácter obligatorio que los edificios obtengan su certificado de prueba de estanqueidad de cubierta. También, establece que dichas pruebas tienen que ser realizadas por aquellos laboratorios de control de calidad que se encuentren debidamente registrados por la Comunidad Autónoma.
Existe una guía estándar para la realización de la prueba de estanqueidad de superficies horizontales, bajo la norma ASTM D 5957 (Standard Guide for Flood Testing Horizontal Waterproofing Installations). En ella se especifica que las pruebas deben realizarse en aquellas edificaciones horizontales con pendiente inferior a 2.1 cm por cada metro.
Bajo esa misma normativa se hace referencia a una profundidad máxima de agua de 100 mm lo cual representa una carga viva añadida de 101,34 kg por cada metro cuadrado de techo.
¿Cómo se realiza una prueba de estanqueidad en cubiertas planas?
Para la realización de una prueba de estanqueidad en cubierta plana hay que seguir un paso a paso. La cubierta debe quedar inundada y permanecer en observación por un lapso de 24 horas. Esta prueba está diseñada especialmente para las construcciones nuevas.
- En el primer paso se deben taponar los puntos de evacuación del agua de la cubierta.
- Se procede a llenar la cubierta con una manguera hasta encontrar una cota lógica, esto quiere decir que la cantidad de agua agregada no debe rebosar por encima de la entrega vertical de la impermeabilización ya que pudiese pasar el agua tras la lámina impermeabilizante y de esa manera la prueba de estanqueidad estaría mal hecha.
- Una vez cumplido el tiempo de observación se procede a vaciar la cubierta de manera progresiva.
- Por último se recomienda realizar esta prueba de estanqueidad por lo menos dos veces. Realizando la última evaluación con la cubierta ya terminada en su totalidad.
Prueba de estanqueidad por inundación en cubiertas no planas
Para realizar una prueba de estanqueidad en una cubierta que no es plana, se comienza por:
- Taponar los puntos de evacuación de agua. Luego se inicia la inundación mediante llenado con manguera hasta la cota lógica, recordando siempre que si se sobrepasa esta cota, el agua puede introducirse con facilidad por detrás de la lámina lo que arrojaría un error en los resultados finales.
- Según el diseño de la cubierta a examinar (si se hace manteniendo las pendientes en lugar de la cota de entrega de la lámina) es posible que haya zonas que no queden inundadas, lo que es aceptable en la prueba.
- Las pruebas de estanqueidad deben realizarse de forma completa, no por paños, debido a que el agua fácilmente superará las juntas entre paños.
- El sumidero debe taparse con un tubo vertical sellado a modo de rebosadero, para prevenir que se llene la cubierta de manera excesiva. Luego para vaciar la cubierta, también se recomienda que se haga de forma progresiva.
Prueba de estanqueidad en cubiertas planas ya existentes
Es necesario aclarar que estas pruebas deben ser realizadas por personal capacitado y certificado, el cual seguirá el siguiente orden:
- Limpieza de la cubierta para poder trabajar sobre la misma.
- Sellado del borde de la cubierta con cinta adhesiva para tapar posibles grietas o fisuras.
- Cubrimiento con una lona o tela impermeable la cual debe fijarse con objetos de peso para evitar que se mueva.
- Rociado de la cubierta con agua (simulación de lluvia).
- Observación durante un tiempo establecido de 15 a 20 minutos, el cual servirá para comprobar si existen indicadores de algún problema de estanqueidad como filtraciones o goteos.
- En caso de que sí existan filtraciones, proceder a su ubicación, señalización para su reparación inmediata.
¿Por qué es tan necesaria realizar la prueba de estanqueidad en una cubierta plana?
Es necesaria la realización de una prueba de estanqueidad en una cubierta plana porque el ojo humano no es capaz de encontrar las posibles filtraciones en una estructura a simple vista. También es necesaria porque la normativa así lo exige.
La prueba de estanqueidad no solo permite detectar filtraciones, también sirve para verificar la calidad de la construcción de una edificación. Si se trata de edificaciones ya existentes esta prueba ayuda a ubicar los sustratos húmedos para su posterior reparación y saneamiento.
Tipos de pruebas de estanqueidad de cubiertas
Además de la prueba de estanqueidad de cubiertas por inundación (la más común), existen otro tipo de pruebas que utilizan diferentes tecnologías para la detección de filtraciones o fugas, llegando a ser tan confiables como la prueba por inundación.
Entre ellas encontramos las siguientes:
- Prueba de estanqueidad por termografía infrarroja
Este tipo de pruebas de estanqueidad ayuda a localizar las áreas de aumento de temperatura en la cubierta causado por el agua atrapada dentro de la losa. Este sistema no es recomendado en caso de que la prueba a realizar sea en un techo nuevo.
Si el techo examinado utiliza un sistema de aislamiento que no absorba el agua como el poliestireno extruido o la espuma de poliuretano de célula cerrada, este tipo de pruebas no producirá buenos resultados.
- Pruebas de capacitancia/ impedancia eléctrica
Esta prueba ayuda a identificar el agua atrapada en la cubierta y su funcionamiento está basado en la capacidad conductora de energía eléctrica que posee el agua.
Consiste en colocar un medidor de humedad en la superficie de la cubierta, dicho medidor envía una corriente al interior del techo en donde el aislamiento húmedo ofrecerá menor resistencia a la electricidad que el aislamiento seco.
La conductancia eléctrica será mayor si la capa impermeable está mojada y se registrará en el medidor, lo que indica que si hay alguna filtración, pero no determina la cantidad de humedad presente en la cubierta.
- Metodología de retrodispersión
Se basa en la detección de hidrógeno nuclear empleando un isótopo radiactivo que emite neutrones de alta velocidad y van dirigidos al techo. Los neutrones se calientan por el átomo de hidrógeno, lo que los ralentiza permitiendo así ubicar la humedad presente en las cubiertas.
- Prueba por conductancia eléctrica de baja tensión
Este tipo de pruebas localiza las zonas de discontinuidad eléctrica de la membrana de los techos. Funciona conectando a tierra una cubierta de techo conductora de electricidad (acero) bajo una membrana no conductora.
Se ubican en el campo eléctrico creado por ambas membranas, los puntos de baja tensión y se humedece el techo y finalmente se conecta el conductor eléctrico no aislado, alrededor del perímetro del área a probar.
Este procedimiento forma un bucle en el cable que se encuentra conectado a un generador de bajo voltaje, emitiendo una carga de 40 voltios cada tres segundos. Esto crea un campo eléctrico de corta duración entre el bucle y la membrana del techo que ha sido previamente aterrada (conectada a tierra).
- Prueba con chispa de alto voltaje
Es muy similar a la prueba anterior, solo que en este caso se utiliza una corriente continua de 1000 a 3000 voltios y no amerita el uso de una membrana húmeda.
Se realiza con una escoba metálica con carga eléctrica, conectada a una fuente de energía. También se debe aterrar a una cubierta conductora.
En el momento que la escoba pasa sobre una discontinuidad en la membrana seca de la cubierta, se completa el circuito eléctrico generando un sonido en el equipo de pruebas, de fácil audición.
Para que este tipo de prueba funcione es imprescindible que la membrana de la cubierta esté totalmente seca ya que por el uso de mayor voltaje pudiera arrojar falsos positivos como resultado. Se puede realizar esta prueba en cubiertas inclinadas, inclusive en paredes verticales.
Este tipo de pruebas presenta una gran ventaja sobre las pruebas de estanqueidad por inundación y es el hecho de que las pruebas con chispas de alto voltaje tienen la capacidad de detectar las filtraciones de las cubiertas, de una forma más precisa
.
Como es de gran notoriedad este tipo de pruebas de estanqueidad poseen un grado de complejidad mayor en comparación con las pruebas por inundación, por tanto siempre debe ser realizado por los especialistas certificados.
Recomendaciones finales sobre las pruebas de estanqueidad
La estanqueidad de las cubiertas debe ser verificada especialmente si tienes pensado recubrir con algún tipo de grava o capa vegetal. Su verificación es lo que certifica la calidad del techo, lo que obviamente no puede ser certificado con una simple inspección visual.
En construcciones ya existentes, la realización de una prueba de estanqueidad de la cubierta, ayuda en la ubicación de los sustratos húmedos del techo lo que al final, te permitirá tomar la mejor decisión en relación con el mantenimiento de tu vivienda.
No es una norma pero por lo general, casi todas las cubiertas acaban goteando aun cuando no sepas ni dónde ni cuándo.
Por tal motivo se debe examinar la estanqueidad de las mismas para así curarse en salud, aunque lo ideal es que si hablamos de un techo nuevo, este no tenga ningún tipo de filtraciones.
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